Nueva normativa sobre patinetes eléctricos
Los patinetes eléctricos se han convertido en una de las opciones de movilidad más utilizadas en la ciudad. Desde hace algunos años, cada vez son más quienes se decantan por esta alternativa por ser más barata, ágil y respetuosa con el medio ambiente. Ahora bien, la explosión del uso del patinete en entornos urbano ha tenido una contrapartida, ya que al tratarse de un vehículo completamente nuevo, ha pasado por un proceso de adaptación mientras las autoridades desarrollaban normativas específicas.
Según la Dirección General de Tráfico un Vehículo de Movilidad Personal es un vehículo de una o más ruedas dotado de una única plaza y propulsado exclusivamente por motores eléctricos que pueden proporcionar al vehículo una velocidad máxima por diseño comprendida entre 6 y 25 km/h. Además, solo pueden estar equipados con un asiento o sillín si están dotados de sistema de autoequilibrado.
Pues bien, desde el pasado 22 de enero de 2024, solo podrán adquirirse los VMP que dispongan de certificado de homologación, el cual estará reflejado en la siguiente placa informativa que debe llevar el patinete eléctrico:
Estos patinetes, al ser eléctricos, entran dentro del grupo de los vehículos a los que les corresponde el distintivo medioambiental de cero emisiones, si bien no es obligatorio llevar el adhesivo correspondiente en él como si de un coche se tratase. Pueden estar equipados con baterías de hasta 100 VCC y con un cargador integrado de hasta 240 VCA de entrada.
Se establece un periodo de gracia hasta el 22 de febrero de 2027 para aquellos VMP comercializados hasta el 21 de enero de 2024, permitiéndoles circular sin certificado. Sin embargo, a partir de esa fecha, solo podrán circular aquellos VMP que cuenten con la certificación correspondiente.
En definitiva, el nuevo certificado de la DGT velará por la seguridad de los usuarios de los llamados “vehículos de movilidad personal”. Para eso, acreditará que cumplen con algunas características técnicas, como que tengan una velocidad máxima de 25 kilómetros por hora y cuenten con un sistema antimanipulación tanto para la velocidad como para la potencia. También certificará el sistema de frenado, que debe componerse de dos frenos independientes con una desaceleración de más de 3,5 metros por segundo y un freno manual de estacionamiento. Además, también se controlará que el patinete cuente con catadióptricos delante, detrás y a los lados; así como con luces de freno diferenciadas de la luz trasera.
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