Entrevista a Miguel Nestares Suárez, Policía Inspector Jefe del Servicio de Atención a la Familia (SAF)
Granada 03/06/1974. Casado, dos hijos. Diplomado en Magisterio, educación física, por la Universidad de Granada y Licenciado en Ciencias Policiales por la Universidad de Salamanca. Ingresó en la escala Ejecutiva del Cuerpo Nacional de Policía, categoría de Inspector, en el año 2000, donde estuvo dos años en el Centro de Formación de Ávila. Posteriormente, tras pasar por Barcelona obtuvo destino en Algeciras, donde fue Jefe de un Grupo de Investigación de UCRIF (Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsificación) durante 4 años. En 2007, fue trasladado a Granada, donde desde octubre de 2008 desempeña la Jefatura del SAF. En 2010 ingresó en la orden del mérito policial, recibiendo la cruz con distintivo blanco.
¿Policía de vocación o de profesión? ¿Qué hace un hombre dirigiendo un grupo que aparentemente debería estar dirigido por una mujer?
De profesión, pero una vez experimentada, de vocación, no la cambiaría por ninguna otra. Es bastante reconfortante el poder ayudar a otras personas, y no es demagogia. El Policía tiene el poder y está en la situación de ser el ángel guardián del ciudadano. Cuando la persona se encuentra más desolada por algún hecho trágico o en un estado de indefensión con frecuencia aparece la figura del Policía. Asimismo, cuando realizamos una operación o investigación y logramos detener a los “malos”. Es apasionante, muchas veces es como en las películas. Bien, es cierto que cuando se crearon los SAF a nivel nacional, generalmente estaban integrados por mujeres. Pues bien, como ha pasado en otras instituciones y en la sociedad en sí, el tema de la violencia de género no solamente es de mujeres, cada vez aparecen más hombres luchando por este tema y si le digo la verdad, al principio, fue por oportunismo, pero posteriormente, me fui implicando en el tema, creando Grupo, y ahora llevo más de tres años.
¿Qué es el SAF y que competencias tiene dentro de la policía?
Es el Servicio de Atención a la Familia. Se encardina dentro de la Brigada Provincial de Policial Judicial. En esta Brigada están, por ejemplo, el Grupo de Homicidios, Delincuencia Económica, Delitos Tecnológicos, Estupefacientes, Atracos… Actuamos de paisano y tenemos la competencia de la investigación de los delitos y faltas. Sería, como me dicen de vez en cuando, “La Policía secreta”. Nosotros nos encargamos de la recepción e investigación de los delitos tanto de violencia de género como doméstica, otros delitos relativos a la familia, así como los delitos contra la libertad e indemnidad sexual. Existe un Grupo de menores, GRUME, que conoce de los delitos cometidos cuando el menor es el infractor. Los SAF se crearon en 1986, cuando ya la Policía se preocupaba de los delitos cometidos dentro del ámbito privado.
¿A cuántas mujeres atiende su unidad al año en Granada?
No puedo dar cifras concretas, entre 1.000 y 1.500. En muchos casos, hay mujeres que requieren un asesoramiento integral. EL SAF está integrado por un total de 10 Policías, hombres y mujeres, de diversas escalas y categorías, y todos y cada uno de ellos tienen una formación específica y especializada en materia tanto de violencia de género como doméstica. Son grandes profesionales que empatizan con la víctima. Es curioso observar como cuando acude alguna mujer temerosa por el hecho de ir a la Comisaría para contar su vida, su interioridades…, a los 5 minutos de entrevistarse con alguno de los Policías, se relaja y comenta que no tenía esa imagen de la Policía.
Según la opinión pública la Ley 1/2004 no ha solucionado el problema de la violencia de género. Actualmente hay más denuncias y las mismas muertes que en 2004.
Hoy en día, y gracias a la Ley de protección integral hay mucha más información para erradicar esta lacra. La sociedad está implicada y no tolera la violencia de género y la mujer se siente más apoyada, reconoce la violencia ejercida por el hombre y se ve con más fuerza para denunciar. Hay muchas más mujeres que denuncia las pesadillas que han vivido en silencio. Las mujeres asesinadas es otro cantar. La ley tendrá sus frutos más a largo plazo, cuando se haya erradicado la violencia totalmente, hablo de cambio generacional. Tenga en cuenta que aunque se endurezcan las penas, aunque se pongan todos los medios de protección… si el hombre se quita la vida después de asesinar a su mujer….
Ha causado cierta polémica que con motivo de varias muertes de mujeres a manos de sus compañeros sentimentales, la ministra Ana Mato no se haya referido a las mismas como ‘violencia de género’, como era habitual hasta ahora, sino a violencia doméstica o violencia en el ámbito familiar. Algunos, o algunas, han alzado la voz y han dicho que el lenguaje es importante y no se puede variar la expresión ‘violencia de género’, común en estos últimos años. Pero ¿cómo cree ud. que debemos llamarlo y por qué?
Precisamente he leído hoy un artículo en el periódico sobre ello. Yo considero que es importante la terminología para saber de que estamos hablando. La Ley 1/2004 se denomina de medidas de Protección Integral contra la violencia de género, de hecho, hay Juzgados específicos, los Juzgados de violencia sobre la mujer, según se trate de violencia de género o no. Aunque no creo que se produzca un cambio en este sentido y pienso que, la ministra a lo que se ha referido es que, la muerte se produjo en el ámbito privado, intrafamiliar, y que como no podía ser de otra manera, condena y rechaza todo acto de violencia ante el maltrato. Yo creo que hay que abordar el tema de la violencia de género desde todos los ámbitos de la sociedad, sin polemizar y que esta sea unidireccional, incluidos los medios de comunicación, que en muchas ocasiones flaco favor hacen en la lucha para erradicar esta lacra.
Aunque no se puede generalizar en este ámbito, pero ¿cuál es el perfil que por desgracia más se repite en las víctimas de violencia de género? ¿Y el del maltratador?
Bueno, como diría Miguel Lorente “Los agresores responden a tres características: es hombre, varón y del sexo masculino”. En principio puede parecer un tópico, pero en realidad, la violencia de género no entiende de clases sociales ni de perfiles determinados. No es posible establecer un perfil único del maltratador, ya que existen formas diversas de ejercer la violencia contra las mujeres.
¿La crisis supone un elemento que pueda incidir negativamente en el maltrato?
Efectivamente, en mi opinión, la crisis genera tensión en el ámbito intrafamiliar. Imagínese esta escena, Un marido en casa, parado, frustrado, con dos hijos, situación económica bastante complicada, sale a la calle a buscar trabajo y habitualmente acaba en el bar… el resto ya se lo puede imaginar. Y no solamente la crisis, sino la sociedad de estrés en la que vivimos. Esto hace que el maltratador enfoque hacia la pareja la violencia que lleva dentro.
¿Cómo puede detectarse que se está siendo víctima de maltrato psicológico?
Es curioso, cuando una mujer viene a Comisaría a denunciar malos tratos psicológicos podemos realizar declaraciones de más de 4 folios, ya que intentamos plasmar no solamente las acciones, sino las sensaciones y sentimientos. Observamos en la mujer baja autoestima, expresa por un lado rabia hacia el agresor pero al mismo tiempo afecto, ansiedad… Es así como logramos detectarlo y plasmarlo para que tenga fundamento a nivel judicial. Son las situaciones más complicadas. El marido que habitualmente se va de copas, le es infiel a la pareja, se despreocupa de sus responsabilidades maritales… ¿Son malos tratos psicológicos o desamor? En realidad, no agrede, ni veja a la pareja, simplemente la ignora. La mujer se siente frustrada, vejada humillada, en definitiva “una mierda” (perdón por la expresión, pero creo que es explícita). Generalmente, va acompañado de un control absoluto de la vida de la mujer, no da explicaciones a nivel económico, juega con las emociones de la mujer, y cuando la mujer le recrimina su actitud, la respuesta son insultos, desprecios y minusvaloraciones. Estas situaciones, cuando hay hijos en el matrimonio se agravan, ya que la mujer sufre en silencio. Por tanto, es importante, ver y analizar el ciclo de la violencia de Walker, en el que el hombre pasa por una fase de explosión violenta, de descarga de toda la tensión acumulada que provoca en la mujer un estado de indefensión aprendida que le impide reaccionar, y una fase de arrepentimiento o de “luna de miel” que, básicamente, es una proceso de manipulación afectiva.
¿Cómo es el protocolo de actuación de la policía y el SAF ante una denuncia?
Si es la persona la que acude a dependencias policiales, nos entrevistamos de forma reservada con la víctima. Cuando tenemos una composición del caso concreto, le informamos de los derechos que le asisten de conformidad a la Ley integral 1/2004. Le informamos de lo que va a pasar a nivel procesal, qué respuesta va a recibir a nivel policial, en definitiva, le intentamos dar seguridad y apoyo. Generalmente las derivamos a asociaciones o instituciones, como el IAM, el SAVA o Servicios Sociales del Ayuntamiento, con objeto que tengan una asistencia integral una vez que abandonan el SAF. Asimismo les informamos que tiene derecho a la asistencia letrada gratuita, y que esté presente en la toma de declaración tanto en dependencias policiales como judiciales. Le tomamos una declaración pormenorizada y por último realizamos lo que se denomina Valoración Policial de Riesgo, un cuestionario a través de un programa informático que establece un nivel de riesgo: no apreciado, bajo, medio, alto o extremo. En función del resultado por parte de la Policía se establece un protocolo de actuación y se le asigna un Policía de protección perteneciente a la UPAP, Unidad de Prevención, Asistencia y protección.
¿Se dan casos de denuncias su cuerpo policial de maltrato a hombres por parte de sus esposas o novias? ¿Y en las parejas homosexuales?
Recuerdo que al comenzar mi andadura en el SAF eran escasos los hombres que acudían a dependencias policiales a denunciar a sus parejas. En cualquier caso ha aumentado el hecho que hay hombres que ponen de manifiesto que su mujer les ha “amenazado” con denunciarlos por malos tratos. Si es cierto que, son prácticamente inexistentes los casos de denuncias de hombres hacia mujeres. Recuerdo en una ocasión, de forma anecdótica, que vino un hombre denunciando a su mujer, el cual aportaba un parte de lesiones. El hombre no dejaba de decir, ya sé que no me creen, pero cuando vean a mi mujer…. Al tomar declaración a la mujer nos dimos cuenta que el hombre no mentía. La mujer media 1,90 y pesaba unos 120 kilos. No es frecuente, pero si hay denuncias entre parejas homosexuales. Nosotros las tramitamos como violencia doméstica, realizando el protocolo estandarizado.
¿Cómo detecta la policía una denuncia falsa? ¿Qué hacen en estos casos?
Siempre que voy a una charla, es el tema estrella, yo siempre lo dejo para el final (generalmente nunca hay tiempo, je je..). No me gusta entrar en valoraciones, pero siempre digo que denuncias falsas no existen, salvo en casos puntuales en procesos de separación, en el que tanto la Policía como los Jueces, nada más oír en declaración a la presunta víctima se hacen cargo de la situación. El tema de violencia de género es muy complicado, ya que se ponen de manifiesto los sentimientos, vivencias de muchos años de convivencia diaria. Yo siempre pongo el mismo ejemplo, cuando dos se pelean, los dos creen llevar razón. La mujer no miente, se siente maltratada.
¿Están surtiendo efecto las campañas de concienciación para erradicar esta lacra?
Sí, yo siempre lo comparo a las campañas de tráfico. A fuerza de inculcar mediante campañas de sensibilización se logra que la gente no supere los límites de velocidad, no beba cuando va a conducir… Accidentes de tráfico siempre va a haber porque hay muchos elementos variables que no se pueden controlar. Pues bien, en materia de violencia de género pasa lo mismo. A corto plazo, quizás no se logre una eficacia real, pero 7 años después de la LO 1/2004 “Ley integral” nosotros hemos visto una evolución bastante positiva. Hay mucha más información, la sociedad en sí está mucho más concienciada, una violencia que antiguamente estaba justificada, hoy en día provoca rechazo y repugnancia.
Se nos dice que el origen puede ser por falta de cultura o educación, de ahí que las campañas y medidas que se adoptan van dirigidas a inculcar una serie de valores desde los primeros años de vida, ¿pero qué medidas se pueden adoptar con las personas extranjeras?
Bueno, es cierto que España está a la vanguardia en Europa en temas de violencia de género gracias a la Ley integral de 2004. La población extranjera procede de sociedades con un entramado cultural de mayor intensidad machista. Poco a poco la después de la llegada masiva de ciudadanos extranjeros de finales de la década de los 90 y principios del 2000, comenzó a integrarse en la sociedad española. La mujer entonces comenzó a cuestionar las conductas impuestas por la cultura de origen. Eso, ellos lo viven como una agresión y refuerza su posición que deben hacer algo para mantener su rol dominante. En la Policía existe el SACE, Servicio de Atención al Ciudadano Extranjero, en el que se da información a las mujeres. Creo que las medidas deberían ser por esta vía. Que conozcan realmente los derechos y ayudas que tienen y que mecanismos pueden poner en marcha.
¿Qué podemos hacer los demás para ayudar a erradicar la violencia de género?
Seguir en esta línea desde todos los ámbitos, educación, sanidad, medios de comunicación, Policía… Que la sociedad en sí, esté tan concienciada, que logremos una vez por todas extinguir la violencia de género. Que llegue al punto de que no exista. Por tanto, no debemos tolerar el mínimo acto de violencia que ponga de manifiesto la desigualdad entre hombres y mujeres.
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