Entrevista a Manuel Pimentel Siles. Editor y escritor
Nacido en Sevilla (1961) está casado, tiene una hija y, en la actualidad, vive en Córdoba, desde donde desarrolla su tarea editorial. Ingeniero Agrónomo, licenciado en derecho y diplomado en Alta Dirección de Empresas. Desde muy joven desarrolló empresas de ingeniería, hasta que inició su carrera política. Fue diputado en el Parlamento de Andalucia, Secretario General de Empleo y Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales. En la actualidad es editor y escritor.
¿Desde qué perspectiva se ve con más claridad la crisis económica, como exministro, escritor o empresario?
La crisis es una, pero con diferente lecturas. No es lo mismo quedar parado o sufrir fuertes pérdidas en tu pequeña empresa que te puede abocar a la ruina, que observarla o estudiarla desde la doctrina o la política. El empresario -como el trabajador- sufre la crisis en sus carnes y el político intenta comprender sus causas y encauzar la situación. Curiosamente, las épocas de crisis son fecundas en creación literaria. Esperemos que también ocurra así en esta ocasión.
¿Quién puede ayudar más a este país, los políticos o los empresarios?
Todos, aunque en este momento de urgencia sean los gobernantes quien más deberían arriesgar.
¿Confía en la autorregulación del mercado o prefiere medidas más intervencionistas?
El Estado debe asentar unas reglas de juego, redistribuir rentas y proveer de servicios generales. El mercado debe tener suficiente libertad para florecer, aunque debe atenerse a unos límites y controles previamente conocidos. Dado que existe una pulsión congénita que nos lleva desde la euforia al pánico, lo público debe atemperar los excesos de ambos extremos.
Usted creó la editorial especializada en pensamiento político. ¿Tanta pobreza intelectual hay entre los políticos de este país?
Hay de todo, como en la viña del señor. Existen políticos con una sólida formación intelectual, aunque el sistema confabula para que las medianías ocupen cada vez mayor espacio.
Cuando se embarcó en su aventura política andaluza declaró en una entrevista que pretendía crear discurso, no acceder al poder. ¿Echa de menos ese debate social?
Mucho. Tan sólo debatimos en función de los acontecimientos. En estos momentos de incertidumbre, agradecemos los discursos lúcidos y las propuestas novedosas. Desgraciadamente, el juego del poder nos lleva a la consabida espiral de descalificaciones y tópicos.
¿Tiene alguna nueva novela en mente próximamente como escritor?
La mente de un escritor debe estar siempre funcionando. Existen miles de historias por ahí deseando ser descubiertas.
¿Volvería a encargarse de un ministerio? Si es así, ¿trabajo o cultura?
No. Prefiero ser editor y escritor.
En su blog nos da algunos consejos sobre cómo sobrevivir al siglo XXI. ¿Tiene alguna receta propia para ello?
Una sonrisa y a aguantar. La vida es un camino y el caminante sabe que lo importante no es alcanzar la meta, sino disfrutar en lo posible de cada jornada.
¿Por qué se pregunta en el blog si tiene futuro la industria europea?
Porque me resigno a la idea de que terminemos siendo una sociedad de servicios.
El asunto de la propiedad intelectual es otro de los debates que parecen interesarle. ¿Qué opinión tiene al respecto?
La propiedad intelectual es importante, por lo que debe garantizarse, al igual que hacemos con otros tipos de propiedades, como las inmobiliarias o las acciones.
¿Andalucía tiene muchos personajes de ficción?
Nuestra tierra de María Santísima es un manantial inacabable de talento y genio. Nuestro “bestiario” de figuras resultaría inabordable.
¿La independencia existe en política o se paga demasiado cara?
La independencia y la libertad no tienen precio.
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