Alternativas para el desarrollo del turismo: Andalucía oriental
Desarrollo del turismo en Andalucía
El turismo ornitológico, también llamado turismo de observación de aves o aviturismo, está experimentando en los últimos tiempos un auge muy notable, sobre todo en turistas del centro y norte de Europa, por lo que representa una extraordinaria oportunidad de negocio para aquellos establecimientos hoteleros situados en las inmediaciones de algún espacio natural o con fácil acceso a éstos. Los turistas ornitológicos se desplazan desde su lugar de origen con la única intención de observar la avifauna local en su entorno natural, lo que supone un incentivo para los establecimientos de alojamiento turístico del destino, la comunidad receptora y los guías especializados locales.
La feria más importante sobre turismo ornitológico se celebra anualmente en la localidad inglesa de Rutland Water –British Birdwatching Fair–, congregando a aficionados a la ornitología, empresas de productos especializados para esta actividad –fundamentalmente equipamiento deportivo y fotográfico– y empresas turísticas, alcanzando los veinte mil visitantes en su última edición. Para hacerse una idea aproximada del número potencial de turistas ornitológicos susceptibles de viajar a nuestra región, la principal organización internacional en materia de protección de aves y sus hábitats, BirdLife Internacional, cuenta con once mil socios en su delegación española; treinta y cinco mil en la francesa; y cuatrocientos mil en la americana. En Inglaterra, una de las cunas de esta modalidad turística, la Sociedad Real para la Conservación de las Aves (RSPB, por sus siglas en inglés) cuenta con un millón de miembros y unos ingresos anuales de ochenta millones de euros. Anualmente se producen setenta y ocho millones de viajes de turismo ornitológico, lo que supone un gasto en los países visitados de sesenta mil millones de euros, cifra que va en aumento. Teniendo en cuenta la escasa ocupación hotelera de ciertos destinos turísticos de las provincias de Granada y Jaén durante la temporada baja, esta clientela potencial puede suponer un complemento excelente para aquellos establecimientos de alojamiento turístico mejor situados con respecto a las zonas de avistamiento.
El turismo ornitológico en las provincias de Granada y Jaén: una magnífica oportunidad para aprovechar al máximo sus recursos naturales
Andalucía es la región española que recibe un mayor porcentaje de turistas ornitológicos (24% del total, mayoritariamente extranjeros). Granada y Jaén ofrecen importantes atractivos para este segmento de la demanda turística, concretamente en el avistamiento de especies como la alondra ricotí (laguna de Padul), la ganga ortega (Baza), el águila perdicera (Sierra Nevada), el verderón serrano (puerto de La Ragua), quebrantahuesos, curruca rabilarga y salsero común (sierra de Cazorla), y la focha moruna y cerceta pardilla (diferentes humedales de la zona). Fuera de estas provincias, aunque a muy poca distancia, se encuentra la mayor colonia reproductora de flamencos de toda Europa (Fuente de Piedra, Málaga).
Uno de los destinos predilectos de estos visitantes son las denominadas zonas especiales de protección de las aves (ZEPAs), creadas por la Directiva comunitaria 79/409/CEE para proteger aquellas zonas naturales de singular relevancia para la conservación de la avifauna amenazada de extinción. En la parte oriental del territorio andaluz existen ZEPAs de importancia nacional e internacional, como son las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas; Sierra de Castril, Sierra Nevada, Alto Guadalquivir, Cascada de la Cimbarra, Despeñaperros, Sierra de Andújar, Sierra Mágina, o los Acantilados de Maro-Cerro Gordo. En total, estos espacios suman casi quinientas mil hectáreas idóneas para la práctica del turismo ornitológico, lo que da una idea de la riqueza de esta zona en materia de avifauna y su potencial para esta modalidad turística. A esto se le suma la extraordinaria riqueza botánica de Sierra Nevada –más de sesenta endemismos– complemento perfecto a la oferta turística de la zona.
La infraestructura necesaria para acoger este tipo de turismo es sencilla y supone una escasa inversión para las empresas de alojamiento turístico: además del alojamiento propiamente dicho, un transporte que lleve a los avituristas a la zona de avistamiento –por ejemplo, un vehículo todoterreno o un minibús–, un guía especializado que los acompañe y asesore y –opcionalmente– un lugar en el que poder comer durante el trascurso de las jornadas de avistamiento. Debido a la novedad y especificidad de esta práctica turística, la principal legislación andaluza en materia de medio ambiente y turismo guarda silencio sobre la materia, aplicándose el régimen jurídico general de las actividades en la naturaleza y, de forma específi ca, el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y el Plan Rector de Uso y Gestión del espacio natural en cuestión. Precisamente en materia de guías de turismo ornitológico, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha comenzado a impartir cursos especializados para la formación de estos profesionales.
Oportunidades y beneficios para la empresa de turismo
Esta modalidad turística ofrece a las empresas del sector una serie de oportunidades y beneficios, debiendo destacarse en primer lugar su extraordinario potencial desestacionalizador, ya que la mayoría de avituristas son personas de mediana edad y jubilados, por lo que disponen de una cantidad considerable de tiempo y libertad para organizarlo, sin necesidad de estar sometidos al calendario laboral. Este tipo de turismo supone una magnifica oportunidad para atraer turistas fuera de temporada –por ejemplo, a Sierra Nevada durante los meses de primavera, verano y principios del otoño, cuando los niveles de ocupación son muy bajos–. Por otro lado, el gasto medio por turista es superior a la media, así como su nivel cultural, mostrando un gran respeto por el medio ambiente y las tradiciones locales, lo que les convierte en un tipo de turista que no suele generar problemas en el destino, siendo muy apreciados por los empresarios hosteleros.
Debido a la escasa inversión necesaria para su acogida, producen una alta rentabilidad, así como un efecto de retroalimentación en otros segmentos turísticos –por la posibilidad de ofertar paquetes combinados de turismo vacacional, cultural y ornitológico–. La disponibilidad de un aeropuerto como el de Granada/Jaén, con vuelos directos a varios destinos europeos, así como la cercanía del aeropuerto de Málaga, facilita la llegada de este tipo de turismo. Además, tanto la Administración andaluza como la estatal prevén ayudas y subvenciones para este tipo de actividad que pueden ser aprovechadas por las empresas del sector turístico.
El turismo ornitológico supone una excelente oportunidad de negocio para las empresas turísticas al tratarse de una modalidad turística todavía de escasa dimensión en comparación con otras más habituales, pero de alto nivel de gasto, sobre todo la demanda extranjera, y en constante crecimiento. Para ello resulta imprescindible prestar un servicio de calidad capaz de competir con los destinos emergentes, que compiten fundamentalmente en materia de precios. Asimismo, resulta necesario ofertar paquetes especializados donde prime la calidad tanto de la experiencia turística como de los propios servicios prestados ya que, no hay que olvidarlo, el interés de cada especie varía en función del lugar de procedencia del turista ornitológico, por lo que resulta muy conveniente segmentar la oferta en función del visitante para así atraerlo al destino deseado.
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